Gente que nos lee

lunes, 18 de abril de 2011

Para conocer a Nadia.

Nadia Antón.
Esa soy yo. Tengo quince años y vivo en un pueblecito muy pequeño, en la costa mediterránea. Es un pueblo precioso, aunque he de decir que yo prefiero Castilla la Mancha, donde pienso vivir cuando sea más mayor.
Por lo general, suelo estar feliz y contenta. Hay gente que me dice que tengo un problema, porque cualquier cosa que me dicen la asocio directamente con algo relacionado con el sexo. Lo hago en plan de coña, pero sí, es cierto, estoy como "alterada".
Me gustan las cosas simples, pienso que un gesto cariñoso como los besos, las caricias o los abrazos, valen muchísimos más que objetos prefabricados.
Adoro la música, pero sobretodo adoro a ese tipo que se hace llamar Kutxi Romero, poeta con sombrero.
Vivo rodeada de gente a la que aprecio muchísimo. Está mi familia ante todo, con la que mantengo muy buena relación.
También están mis amigas. Son geniales, todas y cada una de ellas, aunque suelo estar más tiempo con Belén y con Silvia, y eso provoca que con ellas tenga más confianza. ¿Qué puedo decir? Son dos chicas geniales, súper simpáticas, centradas y sí, por qué no decirlo... IGUAL DE ALTERADAS SEXUALMENTE QUE YO.
Belén es como una hermana, LITERALMENTE , con la que lo comparto TODO.
Silvia es un amor esculpido en persona, con la que también lo comparto todo.
María y Cristina viven en otro pueblo, pero quedamos y en el instituto nos vemos. María es una persona magnífica, y Cristina es genial(Me encantan sus consejos).
Vamos, que son las típicas amigas de película con las que puedes ser tú misma, sin preocuparte de qué es lo que piensen los demás, porque ellas están ahí siempre y tu lo sabes con certeza.
Luego están los amores. ¿Quién no lo ha pasado mal? , ¿quién no ha llorado por esa persona, por ese dolor en el pecho que te presiona prohibiéndote echar el aire?
Esas lágrimas imparables, esa sensación de estar muerta aunque tu cuerpo esté vivo.
Aunque también lo hemos pasado bien. Esas sonrisas instantáneas, esas miradas fugaces, palabras cómplices.
Ahora mismo estoy en esa etapa feliz, donde apenas notas cómo pasa el tiempo. Te da la sensación de que las horas pasan volando y tú no puedes hacer nada por pararlas, aunque tampoco quieras, porque estás bien así, viéndolas pasar como rayos.
Sí, mi felicidad tiene nombre: Xevii. No voy a perder el tiempo describiéndole porque no hay palabras suficientes sobre la faz de la tierra, pero supongo que os podéis dar una idea de que es una persona...increíble. Y lo amo.
Están también los lejanos, esas personas que, aunque viven muy lejos de tí, también tienen un hueco importante en tu vida.
Mis primos, todos y cada uno de ellos, entran en este recuadro. Encarni es una chica encantadora, agradable, guapísima y muy simpática. Me encanta pasar noches en vela riéndome con ella, hablando de cosas importantes o, simplemente, cosas sin sentido y las cuales nos hacen reir.
Raúl es un chico tímido en cuanto a amores, pero...sólo hay que verle delante de sus amigos, donde se le ve seguro. Es un chico hiperactivo, simpático, y también muy, pero que muy guapo. (Chicas temblad, porque ahora tiene la cara como el culito de un bebé y una boca preciosa)
Vamos, que les quiero un montón.
Y también quiero dedicarle unas palabras a Melga, porque se las merece. Porque es un chaval de esos que quedan muy, pero que muy pocos, porque vale la pena conocerle y porque sabe ser una buenísima persona. (Gracias por esos consejos)
¡Bueno, me voy despidiendo!
Para los que sigáis este blog, quiero decir que es un blog compartido, formado por mi primo Raúl y yo.
Un besazo a todos y espero que os animéis a leer.
PD: SOLO VALE SOÑAR.

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