Gente que nos lee

martes, 4 de octubre de 2011

Zarpazos

Hoy retomo la escritura en el blog. Muchos os preguntaréis el por qué de nuestros nombres. Lo hemos hecho simplemente para ocultar nuestras identidades y que la gente que nos conoce, nuestro amigos y familiares, también tengan oportunidad de leernos sin saber quién ha escrito ésto o lo otro. Pero empecemos por el principio.
Después de un verano lleno de alegrías y desengaños, porque para que nos vamos anegañar, la vida no siempre es como queremos y cuando todo parece que es de color de rosas y va por el buen camino, llega un zarpazo que te deja tocado. Ese zarpazo que nadie quiere que llegue, pero que en la mayoría de los casos nos sorprende arrebatándonos esa parte de lo que iba bien, y dejándonos con la miel en los labios. Nadie quiere que esa historia tan bonita que no acabe, que no llegue a su fin, que dure para toda la vida y que simplemente no cambie, que siga igual de bonita para el resta de nuestra existencia...
En mi verano apareció esta historia, una historia que iba viento en popa a toda vela, que presumía de ir bien encarrilada (por lo menos por mi parte) a un final en el que todo sería alucinante... Era mi primer verano en el que esa bonita historia daba su fruto y conseguía que el argumento de mi novela tuviera miga, que fuese entretenido y que por una vez en a vida, la sonrisa le ganara el pulso a la seriedad... Había sido un verano en el que todo, absolutamente todo, había ido como yo quería, como yo me esperaba, y como yo más quería que fuese. Un tiempo en el que incluso había sabido esquivar esos problemas que nadie quiere tener, que nadie osa que se interpongan en su camino, esos problemas que te permiten aprender un poco más de la vida....
Pero de pronto llegó él. El zarpazo que tanto olvidaba. Llegó el problema que hizo que mi bonita historia comenzara a torcerse lentamente, sin que me diera cuenta. Poco a poco se fue entrometiendo en mi historia y fue alcanzando el protagonismo que tanto me costó ganar...
Poco a poco me fue apartando de mi novela, y lo peor de todo es que no supe cómo actuar. Me tuve que resignar ante la adversidad. No pude pararlo, por lo que el zarpazo me apartó definitivamente de mi historia. Me consumió sin que apenas me diese cuenta y me estinguió de las páginas del libro. Y allí me quedé. Atónito. Sin poder moverme. Observando como el zarpazo se ganó lo que tanto me había costado conseguir.
Y aquí estoy ahora. intentando borrar esa historia de mi cabeza, mientras veo como el tan temido zaprpazo disfruta del relato que, en un principio, me pertenecía disfrutarlo a mí... Éste es el peor momento, el momento de aprender, el momento en el que te das cuenta de lo que hiciste mal y no volverás a repetir... El momento que tanto ansías que no llegue, pero que algún día tenía que ocurrir... El momento en el que te dices a tí mismo que todo irá mejor, el momento que te maldices a tí mismo por no haber sabido actuar.... El momento de saber perder, y luchar por algo mucho mejor....
Ahora, cuando ese verano ha terminado, lo único que intento es ganarme otra historia, eso sí, que disfrutaré yo, y en la que no dejaré que ningún zarpazo se entrometa...
Disfrutad de mi introducción al nuevo "Sólo vale soñar".
No paréis nunca de buscad vuestra propia historia.
No dejéis que ningún problema se entrometa.
Vivir la vida.
:)

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