Gente que nos lee

martes, 2 de agosto de 2011

Pánico en los mercados (Por Raúl)

Que no corren tiempos buenos para los inversores y las bolsas mundiales está claro. Al igual que está demostrado y confirmado por todos los habitantes del mundo que el planeta está sumida en un caos financiero que no se recordaba desde la segunda guerra mundial. De eso trataba una de mis entradas allá por el mesozoico cuando yo era un peco más pequeño. De la crisis.
Al finalizar la entrada prometí que escribiría una secuela que llevaría como tema principal el de los indignados que invaden España con sus protestas incesables y sus propuestas a las que los políticos hacen caso omiso. En principio iba a escribir únicamente de eso, pero debido a los últimos acontecimientos en toda Europa y el gran gigante mundial, EEUU, me veo abocado a expandir los temas de escritura hasta las bolsas mundiales (las de plástico, obviamente, no, sino las financieras) y algo más, como el caos que está produciendo los rescates a Grecia, Irlanda o Portugal, la hegemonía de Alemanía en lo que a economía europea se refiere, al posible contagio de España e Italia de ese caos, entre otras muchas cosas.
Ayer se conocía que los dos grandes partidos que gobiernan en el país americano, los llamados republicanos y demócratas, conseguían "in extremis" un acuerdo que evitaría la quiebra y que el país entrase en suspensión de pagos, lo que conllevaría a una incertidumbre sin antecendentes en los mercados, con sus correspondientes consecuencias, entre ellos la ruina total de los países del "primer mundo". Pero como dice el refrán, ¿no es mejor prevenir que curar?¿Por qué hemos tenido que llegar hasta tal extremo? Pero no. Los políticos de hoy en día, tanto en España como en el resto del mundo sólo piensan llenarse los bolsillos y en sí mismos. Les da igual que un país entero se valla a la mierda (perdonadme por la expresión) con tal de vivir cómodamente el resto de sus vidas.
Y claro, ¿quién tiene que pagar por esos errores de unos incompetentes? El pueblo, que lo único que quiere es llegar a fin de mes y vivir felizmente al lado de sus seres queridos. Esas personas que lo único que piden es que se les deje vivir tranquilos y no se les trate como lo que no son. Ellos y ellas son los que tienen que pagar el IVA, son los que tienen que pagar esos impuestos para que el gobierno pague a sus acreedores y no los utilice para mejorar aquéllas cosas maltrechas en nuestras localidades, son los que tienen que pagar lo que el estado les pide y que tanto les agobia. Quizás, para dar ejemplo, ellos mismos se tendrían que rebajar los sueldos; quizás deberían suprimir los eventos innecesarios y los coches oficiales, entre otras tareas.
No sólo ellos tienen la culpa de que nuestras vidas hayan recibido ese cambio tan brusco. También la tienen los bancos, esas pequeñas instituciones que mejor dicen que tratan a sus clientes, ero que luego, cuando no tienen posiblidad de pagar esos créditos que mucho antes les habían concedido esas mismas instituciones, les quitan la casa y les dejan en la calle, tratando a las personas inhumanamente. Antes, créditos para todo el mundo. Ahora, ni un sólo crédito. En eso se han equivocado claramente. En mi opinión, deberían haber estudiado mejor al cliente en vez de concederle el crédito sin mirar sus ingresos ni nada. Entre eso y que los intereses cada vez son más altos, nadie sabe donde llegaremos a parar como esto no cambie radicalmente...
En la indignación tal vez encontremos la respuesta. Porque de eso ha nacido el movimiento más famoso de las últimas semanas en nuestro país, el movimiento 15-M. Lo único que piden sus propuestas es que haya una democracia real en España, porque no la hay. Desde la imposición de la tasa tovin (en la que más tarde intentaré hablaros) hasta el cumplimiento de que haya listas abiertas en las votaciones. Ellos, como al contrario de muchos españoles, han salido a las calles y han protestado.
Eso es lo que deberíamos hacer todos los españoles. Salir y protestar por la situación actual financiera. Ya está bien hombre. Somos personas, y no nos merecemos que nos engañen como lo están haciendo.

Para terminar, en un día en el que la prima de riesgo ha sobrepasado los 400 puntos básicos, os planteo una pregunta.
¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades?

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