Gente que nos lee

miércoles, 3 de agosto de 2011

Raulín. (Por Nadia)

Esos ojos oscuros y grandes. Esa nariz que a mí me parece tan corriente y normal, pero que a él tan poco le gusta. Esa sonrisa preciosa, mal decorada con un aparato que en breve desaparecerá, dejando ver unos dientes perfectamente alineados. El recuerdo de unos granos en la cara, que le hacían parecer más niño pero que desaparecieron con aquél tratamiento que le causó infinitas heridas y dolores. Esa camiseta del Albacete que le caracteriza tantísimo (pero que no siempre lleva, no vayáis a pensar que no se pone otra). En invierno, esa sudadera gris tan bonita que tanto le gusta cubre y protege su tronco del frío infernal que amenaza cada año en Albacete. Ese sentido del humor que me hizo, me hace y me hará reír sin parar durante horas. Esas manos grandes, que sostienen sin temor la guitarra española más bonita que he visto nunca. Ese color de piel tan blanco.
Esas cosas y muchas más forman al escritor que nos deleita con sus palabras cada dos días. Esas cualidades, esa personalidad, esas características son parte de Raúl. Raúl Carretero. Sí, mi primo.


 
 
 
Me gustaría que le conocieseis un poquito más, y que llegarais a comprender la gran persona que es.
Bien, empiezo:
Lo conozco como a la palma de mi mano. Es una persona encantadora, a la que vale la pena conocer.
Romántico, sentimental y decidido, Raúl me cautiva día a día ya que su forma de ser no pasa desapercibida. Es despreocupado, pero no por ello irresponsable, sino todo lo contrario. Los asuntos importantes se los toma enserio, y cumple con lo que tiene que hacer.
Le encanta el fútbol, y sé que hace poco empezó a correr para ganar resistencia. También fue al gimnasio, aunque no sé si vuelve con frecuencia.
Sus gestos dicen muchísimas cosas que sus labios no logran pronunciar. Ese levantamiento de ceja característico que indica que, o te quiere seducir, o está bromeando contigo. Esas preguntas suyas que salen porque sí, sin venir a cuento, y que tanto me hacen reír.
Porque, aunque no estamos juntos todos los días, y aunque tú, Raúl, no te lo creas, he aprendido mucho a tu lado.
Sé muchas cosas sobre tí.
Sé que cuando estamos hablando de un tema que te incomoda, o te da vergüenza comentar, cambias completamente la dirección de la conversación...¡y lo haces verdaderamente bien! Pero eso ya no funciona conmigo.
Sé que te gustan las ciencias, pero que también te encanta escribir.
Sé que eres amigo de tus amigos, que cuando te enamoras lo das ¡TODO! y cuando digo todo, es todo.
Sé que no te gusta que te diga que eres guapísimo, que eres perfecto, que eres un chico increíble y que cualquier persona se moriría de ganas por formar parte de tu vida. Y sé que no te gusta, porque tú no te ves de la misma manera que yo. Pero es así, eres magnífico te lo creas o no, ¡así que ves aceptándolo!
Sé que has ido perdiendo esa timidez, que tienes agallas para hacer todo lo que te propones.
También sé que no te das por vencido, y que siempre intentas pintar el mundo gris con un poco de tu humor, y con una pizca de tus locuras.
Me apetecía escribir algo sobre él, sobre la persona que me animó a crear este blog, y así lo he hecho. Y, Raúl, sé que este pequeño texto no expresa lo mucho que te quiero, y lo perfecto que eres aunque no opines igual que yo, pero quería utilizarlo para que vieses que sí, que te quiero muchísimo, que eres muy importante para mí, y que gracias por ser como eres.

Posdata: Sólo vale soñar, ¡esta vez, sólo vale soñar con Raúl!

No hay comentarios:

Publicar un comentario