Gente que nos lee

martes, 5 de julio de 2011

Un poco de motivación (Por Raúl)

Hoy dedicaré la que será mi sexta entrada de este blog a un tema que me atrae desde muy pequeño, la motivación. Ser capaces de hablar, de expresarte de tal forma que puedas hacer sentir a un grupo de personas que están a tu alrededor que una situación no está perdida, que nuestro cuerpo es capaz de sobreponerse ante las adversidades y golpear igual o más fuerte que lo ha hecho ese enemigo al que llamamos miedo.
Unas simples palabras pueden ser las causantes de poner en la mente de esas personas que están junto a ti unas ideas para tratar de cambiar el mundo, concienzarlas de que hay una salida ante la depresión o hacerles ver que siempre tendrán ayuda ante un problema y que muchas otras personas están en peor estado que ellas.
Un discurso siempre va de más a menos. Esa es la mejor forma de conseguir que esas personas que están delante de ti se den cuenta de lo que les hablas, de que se conciencien. Esas personas siempre empiezan esa charla como si no les interesase, como si el tema del que les fueran a hablar no fuese con ellos. Pero poco a poco se van dando cuenta de su error.  El tema es mucho más interesante de lo que pensaban. Muchos de ellos se dan la vuelta hacia el locutor para oírlo detenidamente. Los murmullos que se oían al principio han desaparecido y en el aire hay un clima de tensión. De repente las caras se vuelven serias y ninguno de ellos habla. Están interesados. Y poco a poco el locutor va alzando el tono de su voz, y poco a poco las personas que le rodean le contestan con gritos de que es posible, Y lo que antes era seriedad ahora se convierte en alegría, en diversión. Como si ya estuviera preparad, los oyentes se callan y el personaje que da la charla realiza su última conclusión. Y acaba. Se levanta los aplausos, y con ellos esas personas que no se creen lo que acaban de vivir. Al terminar el discurso todo son felicitaciones al hablante.
Y ahí termina el discurso. Un discurso en el que las palabras y el locutor han sido capaces de cambiar las ideas de un grupo de personas que se van con aires renovados y dispuestos a afrontar una nueva etapa en su vida.
Y ésto es la motivación chicos. Un discurso en el que un señor se expresa de tal forma que hace que las personas que están pendientes de escucharle sean uno en la sala. Porque de eso se trata.
Hacer que varios seres humanos se den cuenta de lo que les diferencia de los animales: su humanidad.
Un discurso para soñar...

1 comentario:

  1. jajaja si que motiba ;) Un beso desde http://sweethough.blogspot.com/

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